Descubrir el amor es una aventura excitante. Las primeras caricias, los primeros besos… Pero, ¿no fue criada Milagros en un convento de monjas? ¿Cómo conciliará ella sus sentimientos con su educación?

Federico se enfrenta a Luisa sobre sus alucinaciones sobre las arañas, pero le asegura que cuidará de ella. Cuando la situación es demasiado acalorante para Milagros y su nuevo amor, ella huye hacia algo que la tranquilice. Mientras tanto en la mansión, Angélica habla con Socorro, para aclarar esos rumores de embarazo… ¿Encontrará Bernardo alguna reprimenda a sus intromisiones?

Parece que el marido de Luisa miente a sus hijos sobre la situación de su madre. ¿Por qué hace esto? Por otra parte, alguien ha hecho circular unos falsos rumores de embarazo, a Madame Angélica no le hace gracia la broma y decide buscar al responsable.

Las noticias siempre causan alguna clase de reacción. Las noticias sobre los rumores de embarazo en este caso decepcionan… y otras sorpresas. Las noticias sobre Luisa y sus problemas con el alcohol entristecen a sus hijos. Su marido consulta a un doctor acerca de ello, ¿qué le dirá?

Socorro está preocupada porque perdió su oportunidad para siempre con Ramón, pero mira su reacción a las sabrosas noticias que le cuenta. Y, ¿está el jefe echándole los trastos a una de las empleadas? ¿Qué dirá ella? Por otra parte, el padre de Ivo, demuestra ser un teatrero muy malicioso…

Mili no puede concentrarse durante su clase de buenas maneras en la mesa… ella está más interesada en aprender sobre los hombres. Por otra parte, parece que Pablo quiere salir de su soledad, pero, ¿es demasiado pronto? Como haría cualquiera, Ivo quiere ayudar a su mejor amigo a conseguir lo que quiere. Pero si ese algo, es la hermana de Ivo… ¿qué dirá?

La gente pierde las ilusiones muchas veces. Pero nuevas esperanzas nacen todos los días también: esperanzas de cambiar las situaciones en la vida, de ganarse el corazón de alguien. Ivo y Doña están hablando sobre los sueños y las expectativas en la vida.

Ivo está en la obra, y lleva allí a Milagros. Ella está interesada en su trabajo, en sus compañeros… y en lo que desayunan los obreros. Mientras tanto Bernardo está ayudando a Luisa, ¡pero no de la forma que ella cree! Él está intentando que se vuelva loca.

Mili se defiende de los acosos de su jefe con uñas y dientes. Por supuesto, ella tiene mejores cosas de qué preocuparse: nuevas ideas para hacer dinero. Mientras tanto, Luisa se da cuenta de que la ropa que preparó para salir ha desaparecido y acusa de ello a Bernardo, quien mantiene su fachada de inocencia mientras Luisa despotrica enfrente de la respetable señora Angélica.

¿Qué pasará cuando Luisa deje la casa en compañía del tramposo de Bernardo? ¿Y qué pasará cuando Mili se quede sola, a cargo de la casa? Se siente la preocupación y ansiedad en el ambiente... y creemos que es por una buena razón.