Milagros es una joven huérfana que después de crecer en un convento, empieza a trabajar como mucama en la residencia de un acomodada familia argentina. Pero su temperamento fuerte y su honestidad brutal choca con los buenos modales y comportamiento pretencioso de sus jefes. ¿Habrá una oportunidad para el amor entre estos dos mundos tan diferentes?
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Una tragedia cae sobre la compañía de construcción. Ivo asume toda la culpa y Milagros hace lo posible por consolarlo.
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Socorro está interesada en ganarse unos pesos extra. Milagros empieza a diseñar un plan para ayudarla.
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Mientras Andrea pone las cosas en términos muy claros para Ivo, Bernardo le propone a Federico tomar medidas drásticas para mejorar la salud mental de Doña Angélica.
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Bernardo revela parte de su plan para hacer creer a la señora Angélica que su nieto y la madre del mismo están muertos. Mientras tanto, Ivo se desahoga con la abuela, sintiéndose culpable por la muerte del obrero en la fábrica de la familia.
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Milagros está encargada de armar el equipo para el partido de fútbol mientras Angelica descubre una terrible verdad.
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El padre Manuel intenta descubrir más acerca de la relación entre Milagros e Ivo, pero sor Catalina parece más interesada por la relación entre el pan y la leche. Por otro lado, Angélica se encuentra desesperada y no quiere ver ningún doctor.
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El padre Manuel sigue preocupado por la salud sentimental de Milagros y las respuestas que consigue son un alivio meramente momentáneo.
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Mientras Ivo sufre por la muerte de un obrero, Milagros disfruta de un excelente equipo de fútbol.
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Federico y Damián discuten un plan de negocios que no parece completamente legal. Milagros, por su parte, celebra la victoria en la cancha con sus compañeros de equipo.
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Mientras Milagros agradece por la victoria del equipo, Angélica confiesa su dolor profundo al saber que su nieto nunca existió.
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