La mamá de Felipe no está dispuesta a desfallecer en su intento por reparar la humedad en la casa. Para ello, Lucía tiene una idea que podría ayudarles a entrar en la casa del vecino.

La visita a la casa del señor Tobías no tiene el efecto esperado. Sin embargo, el problema de la humedad continúa y la mamá de Felipe está dispuesta a resolverlo.

A pesar de todas sus emociones, Kevin despliega un talento en el escenario que lo dejará pensando muchas cosas sobre lo particular que fue ese año mil novecientos ochenta y cinco.

De lugar del accidente salen tres ambulancias para el hospital. Mientras tanto los padres de Mariana discuten acerca de la forma en que Mariana salió de su casa.

Felipe y Lucía están decididos a arreglar el problema de humedad. Para ello, sin embargo, deben hablar con su misterioso y poco amigable vecino.

Justo antes de entrar en escena, Kevin se encuentra de frente a una crisis emocional que podría poner en peligro su actuación.

Mientras que la señorita Pizarro lleva a Kevin a su casa, por la mente de nuestro protagonista corren mil pensamientos sobre la forma adecuada de aprovechar la situación.

Fernando sigue presionando con la idea de darle una hermanita a Luchito. Sin embargo, Fabiola no tiene la más mínima intención de realizar el sueño de Fernando. Por su parte Soledad comienza a entablar relaciones con algunas personas en la universidad.

Cuando un conductor en estado de embriaguez trata de escapar de frente a lo que ha hecho, la multitud se toma la justicia por sus manos.

Kevin aprovecha la partida de banquitas con su padre para desahogarse de sus sentimientos. Sin embargo, no será lo único que hará para recuperar la atención que tanto desea.

Una madre que lleva a su hijo al colegio, una angustiada joven que necesita llegar a la universidad y un hombre que maneja su carro de forma irresponsable son los protagonistas de esta intensa parte.

Las dudas asaltan a Kevin durante el ensayo de la obra y todo se agrava más cuando la señorita Pizarro recibe una inesperada visita.

Mariana se encuentra de frente a una situación llena de estrés. Sin embargo, su desespero la lleva a tomar decisiones impulsivas.

Justo cuando Kevin piensa que la señorita Pizarro no lo ve como a uno de los otros niños, un inesperado evento lo ayuda a darse cuenta de la realidad.

Una triste despedida, la ruptura de una relación y una prueba de embarazo son los ingredientes de la segunda parte de este capítulo.