Es el verano de 1985 y Kevin González pasa las tardes jugando banquitas, como se le llama en Colombia a una forma improvisada de jugar futbol soccer en la calle. Su hermano mayor, Leo, siempre lo está molestando, mientras que su mejor amigo Fede hace lo mejor que puede por defenderlo.

Los Años Maravillos incorpora imágenes de archivo que transmiten cómo era Colombia en los ochenta. El contraste entre la historia nacional y los dramas familiares son una constante en esta serie.

La nueva escuela a la Fede y Kevin asistirán es mixta, así que ambos están especialmente nerviosos durante su primer día de clases ante la expectativa de compartir el aula con niñas. Fede incluso ha tenido una terrible pesadilla en la que llega a la escuela totalmente desnudo.

Cata, vecina y amiga de la infancia, también asistirá a la misma escuela que Kevin y Fede. Pero el verano ha hecho un cambio, hay algo diferente en ella, se ve diferente y actúa diferente. ¡Tanto así que incluso le ha pedido a sus viejos amigos que la llamen usando su nombre completo: Catalina!

En la primera clase de educación física del año, Kevin está determinado a demostrar que es ya todo un hombre, ante sus compañeros y ante su maestro, quien les da la oportunidad de escoger entre dos actividades totalmente distintas.

Primer día de clases... ¿será que Kevin y Fede llegarán a ser parte de una "gallada" ya establecida, como los vagos, los supersabios o los populares... o será que formarán un grupo totalmente nuevo y original de especímenes en la colorida fauna escolar?

Kevin aprende que aún los eventos más tristes y amargos pueden enseñarnos a valorar la vida, especialmente si tienes a alguien a tu lado.

A raíz de la muerte de Ricardo Mendoza, Kevin es testigo de las muchas formas de procesar la tragedia.

La familia de Kevin visita a los Mendozas para dar su pésame. Kevin aprovecha para acompañar a Catalina en su dolor.

¡Por fin, Kevin y Fede tienen su primera clase sobre educación sexual! Pero su emoción pronto se convertirá en decepción ya que el maestro encargado de dar tan relevante lección es nada más y nada menos que Bruno Morón, su despistado maestro de Educación física.

Después de una incómoda conversación con Cata, Kevin se da cuenta de que tiene mucho que aprender en el tema del amor y las mujeres. Poco después su hermano mayor Leo intenta aleccionarlo sobre el tema.

Kevin está impresionado de ver a su padre en el banco: es una figura de autoridad incuestionable. Tal vez sea una opción para su propio futuro.

La armonía familiar en casa de Kevin se ve trastocada con los ideales revolucionarios que su hermana mayor ha abrazado. Mientras tanto, en la escuela, la maestra intenta enseñar valores.

En anticipación a los juegos Panamericanos de Cali celebrados en 1971, el tema de conversación es al respecto de los vertiginosos cambios que experimenta la ciudad.

Los papás de Soledad y Samuel están muy orgullosos de sus hijos. Ella ha sido aceptada en la Universidad y él está listo para hacer su primer vuelo como piloto.