Kevin se da cuenta de que no conoce de que trabaja su papá después de una discusión con un compañero de clase, por lo que le pregunta a su mamá.

El papá de Kevin no tiene mucha paciencia, pero no siempre ha sido tan estricto.

Los detectives logran descubrir donde está Amalia, gracias a su agente Pepa, pero ¿conseguirán atrapar al estafador?.

Esperando a que Amalia esté lista, el rey de la estafa recuerda cómo fue rechazado por la actriz.

El falso Bernard, se da cuenta que no puede seguir saliendo con Amalia, por lo que le hace una pregunta muy importante. El detective Jaime sigue tras la pista de Amalia para encontrar al estafador.

Jaime y Andrea están tras la pista del supuesto Bernard, mientras Amalia Durango pasea por la ciudad con el estafador.

Por medio de sus preferencias musicales, la familia puede darse cuenta del estado emocional del padre. Los vallenatos son una de las pocas vías que tiene para expresar sus sentimientos.

Cuando el engaño no funciona, Wilson recurre al enojo. Jaime y Andrea poco a poco se van acercando a su pista.

Wilson (El falso Felipe Urrutia) está con Amalia en un restaurante, al pasar la tarjeta para pagar, el detective Jaime logra descubrir su ubicación.

Andrea y Jaime discuten las mejores estrategias para su investigación. El supuesto Gastón Almanza está listo para cerrar el contrato que lo acerque a Amalia.

Kevin y Cata se encuentran el domingo y salen a dar una vuelta al parque, ¿será el momento de Kevin para poner en práctica todo lo aprendido y darle un beso?

El video que Kevin y Fede quieren ver ha desaparecido. ¿Quién es el culpable?

Kevin y Fede suman fuerzas para comprar un video educativo, pero no todo puede ser tan fácil para estos dos jóvenes deseosos de aprender, ¿cierto?

Después de una incómoda conversación con Cata, Kevin se da cuenta de que tiene mucho que aprender en el tema del amor y las mujeres. Poco después su hermano mayor Leo intenta aleccionarlo sobre el tema.

Los agentes parecen cada vez más cerca de descubrir el paradero del falso Pierre Bernard. El estafador continúa seduciendo a su presa.