Milena está disfrutando el teatro desde su balcón privado cuando Santiago Ritchie aparece. Milena quiere los detalles de lo que descubrió acerca de las chicas de Amelia en su visita. Santiago cumple. Flavio duerme.

La empresa ha decidido ampliar sus servicios. Ahora también habrá servicio a domicilio. Las chicas dudan un poco, pero el dinero parece que acabará convenciéndolas.

Parece un poco caperucita roja así vestida, pero no, es Melina, que ya está en el hotel, cumpliendo con los nuevos servicios de la empresa. Que bello abril...

El significado de fascista, es evidente. Pero los países del cono sur, también usan la palabra “facho”. Balas, en la jerga de algunos países, se utiliza también para referirse a los homosexuales. “Balas” y “Fachos”, son los nombres de unos shows de televisión, con una joven estrella que es cliente de Majo y Gloria.

Gloria y Majo están todavía en el mismo trabajo pero viven en diferentes planetas. Mientras tanto Melina confabula para plantar las semillas de la deserción en la cabeza de Gala…

¿Qué es exactamente lo que hace que Soledad se preocupe por el tío de este chico? Y, ¿está la ex-estrella infantil realmente preocupada de la capacidad de las chicas para ganarse la vida? Permanezcan atentos…

Gala le dice a Amelia que está enferma en urgencias de un hospital, pero eso no parece ser la causa de todo. Mientras tanto, Majo interrumpe la lectura de su esposo, que ya no podrá concentrarse en el libro. ¿Y quién podría?

El cianuro, un veneno que se ha utilizado para impulsar la intriga dramática. En la obra de Gabriel García Marquez “El amor en los tiempos del cólera”, por ejemplo, el fotógrafo se suicida con ella. Aquí veremos que no había tanta intimidad en la habitación del hotel con el actor, algo espiaba indiscretamente a las dos chicas…

Parece que el fracasado actor quiere ayudar a Majo en su sueño de trabajar en el cine. ¿Será verdad? Mientras tanto Gala conoce a uno de los cincuentones que Melina le prometió.

La noche pasa lentamente en la pequeña casa de tolerancia de Amelia. Gloria va a recoger a su hijo, y Soledad recibe de nuevo al joven Carlos, que llega otra vez con el bolsillo lleno de pesos. Amelia se deja llevar por la pasión con Raymond, mientras suena de fondo una canción del gran José Luis Perales.

Majo parece cada vez más ingenua e interpreta el poema de Bertolt Brecht, Ahora me llevan a mí, la pobre se equivoca de audiencia, seguramente. Por otra parte, parece que la suerte deja de sonreir al joven Carlos.

Las aspiraciones teatrales de Majo se ven fulminadas por la realidad. Mientras tanto, Gloria intenta con poco éxito equilibrar intimidad y familia.

Este clásico de las películas mexicanas del oeste empieza con un niño y su abuelo hablando sobre la valentía. Todos hemos tenido miedo alguna vez, pero hay que dominarlo, no dejar que te domine el miedo a ti, dice el abuelo. El muchacho acaba de superar una hepatitis, y se muestra impaciente por acompañar al doctor al otro pueblo.

Los Beltrán y los Landeros están adueñándose de todas la tierras de los alrededores, así que un amistoso favor es solicitado: vigilar las escrituras de un rancho. De vuelta en el pueblo, el chico es golpeado por dos niños más grandes. Pero algún día, él podrá defenderse mejor.

Mientras Don Valente Rojas le revela a la bella dependienta de la tienda del pueblo con quién planea casarse, su hijo sufre el abuso de otros niños.