Con los resultados de la lotería, las burlas de sus amigos y el pago de su quincena, el día de Duque solo va de mal en peor.

Aquello que parecía imposible en la emisora, está por convertirse en realidad. Por su parte, Don Ananías comparte con sus vecinos secretos de su tierra.

Después de una escena de tensión en la cafetería, el sueño de ganar la lotería se apodera de algunos de los principales protagonistas de esta historia.

La noche de Pedro y Eddy toma un rumbo inesperado. Por su parte Pepe y Checho tienen finalmente la oportunidad de hacerle algunas preguntas a su nuevo vecino.

Las frustraciones persiguen a Fernando, Pilar y Samuel. Veamos cuáles son las causas de cada una de ellas.

Mientras que el día para Fernando no inicia como se lo esperaba, Mariela comienza a entusiasmarse con la idea de poder convertirse en la mejor bailarina de salsa de Cali.

Mientras que Pedro y Eddy siguen haciendo planes con Don Charly, Soledad y su compañero de universidad pronto se encontrarán en medio de nuevos problemas.

En medio del desconsuelo de Mariela, Don Ananías y Samuel tienen la oportunidad de intercambiar un par de palabras. Mientras tanto Eddy y Pedro se encuentran con una de esas personas que le iban a cambiar por completo la cara a la ciudad.

Mientras que Soledad se compromete con una nueva causa, Fernando llega al barrio con una sorpresa que causará sensación entre la gente.

Mientras que Mariela se presenta a su audición de ballet, las esposas de Pepe y Checho los presionan para que vayan a hablar con los nuevos vecinos del barrio.

Mientras que Pedro y Eddy tratan de encontrar el apoyo que necesitan para realizar sus sueños, Fernando y Fabiola contemplan la posibilidad de realizar una nueva inversión.

Mientras los nuevos vecinos se acomodan en su nueva casa, los habitantes del barrio comienzan a interactuar con ellos, cada uno a su propia manera.

Mientras que Pedro y Eddy quedan al descubierto, la cuadra se llena de algarabía y asombro con la llegada de los nuevos vecinos.

El caso de Jorge Castellanos llega a su fin con cambios en las leyes colombianas y nuevas relaciones entre las personas afectadas por la tragedia.

Don Pepe se ve forzado a cambiar su posición a cambio del silencio de Pilar. Por su parte, la primera noche de Pedro en la emisora no termina de la mejor forma.